En varios de sus textos “fundacionales”, el terror, vinculado directamente con ciertas prácticas políticas y sociales, es motivo de reflexión al mismo tiempo que se vuelve un eje alrededor del cual se organiza el relato sin distinción de clases: En Misteriosa Matilde, por ejemplo, se ubica el relato en la fastuosa estancia del mismo nombre, un universo donde la riqueza y el boato se contraponen con el horror que se desliza entre el exuberante parque diseñado por Thays, las enormes jaulas con sus osos y leoneras y los lagos artificiales donde flotan las nenúfares, para adentrarse monte adentro, donde el cielo y en infierno tratan de definir una mortal disputa cuyo trofeo es el alma atormentada de un hombre que ya no tiene fuerzas para resistirse.
Fuera del país, el hecho de retratar a los muertos tiene antecedentes en el Renacimiento. Le sucedió la fotografía, cuyo arte era utilizado para la representación de los difuntos. En la historia que se desarrolla aquí, La mirada de los muertos, la fotografía de una joven muerta desencadena una serie de hechos sobrenaturales y crispantes, difíciles de definir. Por cierto, dentro del marco de terror sobrevuela lo policíaco tratando de echar luz a tanta oscuridad.
Los años del terrorismo en sus coletazos finales, con la Triple A asesinando y desapareciendo personas, tienen sus trazos vindicatorios en Bahía Blanca una historia de heroísmo, pero principalmente de amor que todo lo justifica, más aún si viene entrelazado con la música.
Dos fugitivos; un asesino y su cómplice, huyen de la policía por haber dado muerte a un hombre. Tratando de escapar se internan en un bosque insonsable y tras agotadoras jornadas llegan al final de su camino. Uno de ellos, un correntino de Caá Cati, aferrado a sus costumbres
Tratará de hallar su redención. Rambler combina la maldad y la inocencia hasta sus puntos más extremos.
Fundacional, imperdible, es la historia de Una Tragedia Rural. El lugar; el pueblo La Limpia, cuya belicosa población estuvo signada por la sombra del cuchillo y el fuego del revólver. Aquella mañana del 12 de setiembre del año 1898 se presentaba fresca, con un sol pálido asomando en el horizonte, bajo cuyo resplandor la llanura parecía teñirse de un suave dorado en toda su extensa geografía. Posteriormente un loteo, y la pugna por uno de esos lotes, dará comienzo a una rivalidad, solo menguada por el amor de dos jóvenes pertenecientes a familias rivales. Pero la tragedia que consumió vidas y sueños se impondrá al fin y sus detalles quedaron registrados en el periodismo escrito.
En El Muerto, asistimos a un viaje cuyo destino final, donde la muerte acecha, ofrecerá una faceta de lúgubres connotaciones.
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