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Esta obra es una novela histórica y generacional que se adentra en los avatares de una familia italiana a lo largo de la primera mitad del siglo XX. A través de la mirada de Amelia –Melú–, la trama se construye como un fresco vital donde la memoria íntima y el contexto histórico se entrelazan de manera indisoluble. La protagonista encarna las tensiones de una época convulsionada: guerras, migraciones, dictaduras, religiosidad y cambios culturales.

Melú narra la vida desde los ojos de una niña que se convierte en mujer entre el miedo y la esperanza, entre la rigidez de las costumbres y la búsqueda de libertad. Nos transporta desde las calles aristocráticas de Palermo hasta la Milán industrial, desde la colonia francesa de Túnez hasta la Argentina peronista de la posguerra.

El libro conecta lo íntimo con lo colectivo: lo que le ocurre a Melú –el trauma, el desarraigo, la rebeldía– es lo que vivieron miles de niñas y mujeres de su generación, muchas de las cuales emigraron a América en busca de un futuro.

Es el relato de una vida, el testimonio de una generación de mujeres que crecieron bajo el peso de la tradición, la disciplina y el mandato de la maternidad, pero que también fueron capaces de reinventarse, resistir y construir identidades propias, en medio de circunstancias adversas.