Siento como si hubiera encarnado, como de un pensador de otro tiempo. Mirando mi pluma rellenar hojas en blanco, que piden amortiguar el crujir de pensamientos intrascendentes y banales.
No elijo la forma, simplemente ellas se escriben, fundiéndose en poemas que reavivan las injusticias de este mundo sordo y ronco.
Desde mi profundo ser, dejo aquí, una declaración de quién alguna vez fui y, grito públicamente revelando mis más hondos sentimientos de amor y odio con este cielo eterno, tantas veces llano, el cual disfruta por mí.
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