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Si pretendemos hacer una inversión financiera, tomar un crédito, cancelar anticipadamente una hipoteca, comprar un título público o encarar un proyecto, nos surge inmediatamente la pregunta de si nos conviene o no concretar esa acción. Cuando hablamos de bienes futuros y de los innumerables contratos que los respaldan, nos encontramos con el problema de cómo valorarlos a los efectos de tomar decisiones. En todos ellos aparece el factor tiempo que los separa de los bienes presentes. En la medida en que esa distancia aumenta, tenemos más inconvenientes para valorar los bienes futuros. Las herramientas volcadas en este libro constituyen un primer paso para estimar los valores de esos bienes, que aumentan día a día y que no tienen límites para su generación. Buenas decisiones van a permitir mayor cantidad de intercambios y mejor nivel de vida para los miembros de la comunidad.