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“Abrazar la vida” (Autores de Argentina) trata la vida de Diana Alvarez, una mujer que aprendió a abrazar la vida, pese a todo y a todos. Es el testimonio vivo de que nunca es tarde para nada, de que muchos imposibles lo son por falta de intentos o por miedos, y que los vínculos verdaderos no son los de la sangre, sino los que construye el amor.

 

Este manuscrito se terminó de delinear en 2015, cuando la idea de Diana Alvarez y Alberto Krause de legar un hogar a su hijo Ezequiel, joven con discapacidad mental, todavía era una utopía. Hoy, es una realidad palpable. El primer paso fue comprar una casa, donde en este momento funciona el Centro de Día Sentires. Allí, jóvenes y adultos con discapacidad intelectual desarrollan su autonomía, comparten tareas y disfrutan de un espacio donde se los respeta y se los valora en su singularidad. El próximo proyecto será “Nuestra Casa”, en la planta alta del mismo espacio ubicado en la localidad bonaerense de Martínez.

 

Diana y Alberto lo hicieron posible, haciendo oídos sordos a los “¿para qué?”, “¿cómo se van a meter en este lío a su edad?”, “no van a poder”… Y así concretaron una obra que no solo es muy especial por sus características, sino por la impronta que día a día imprime en cada gesto y actividad que allí realizan.

 

El final de este relato es abierto, incierto, como todas las historias de vida. La única certeza, a esta altura, es que abrazar la vida, con todo lo que esta trae (lo fácil y lo arduo, lo alegre y lo adverso, la salud y la enfermedad, la crisis y los cambios) es la manera de encontrarle un propósito (el famoso “para qué”) en un mundo del revés que, a veces, desafía las leyes conocidas y bordea el sinsentido.

 

Ojalá estas páginas despierten e inspiren a muchos a honrar la vida, jugársela a cada minuto, sin garantías, claro, pero con la seguridad de que es moviendo fichas, avanzando y también perdiendo el turno como se evoluciona y, al final, se gana la partida a la muerte, sea ésta real o por falta de proyectos y de esperanza.

 

Es un orgullo haber escrito este libro y poder compartirlo con el mundo, ahora que este parece más pequeño y tanto más conectado, y el amor parece circular o fluir más fácilmente (al menos así debería ser).

 

“Abrazar la vida” es un libro solidario. Todo lo recaudado va a la Fundación Juntos para Hacer.