Cómo generar un hábito de escritura: guía para principiantes
Descubre cómo generar un hábito de escritura y lograr una rutina constante con consejos prácticos para principiantes. Mejora tu creatividad, disciplina y calidad en cada página con pasos fáciles de aplicar.
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Una de las grandes diferencias entre los escritores profesionales y los aficionados es la cantidad de tiempo que cada uno le dedica a la escritura por día. Una rutina de escritura tiene muchos beneficios, pero suele ser difícil de conseguir si no lo tienes como tu trabajo principal.
A su vez, hacer de la escritura tu mayor ingreso suele ser un problema si careces de un hábito, lo que genera un círculo vicioso del que es complicado salir. Si estás en esta situación, te recomendamos continuar la lectura de este artículo, donde vas a aprender muchos consejos prácticos para convertirte en un escritor constante.
Beneficios de crear un hábito de escritura
Sentarse a escribir una vez al día durante una cantidad determinada de horas puede ser un pensamiento agotador para muchos escritores, pero lo cierto es que aporta muchas ventajas a quienes lo hacen:
- Aumento de la creatividad.
- Mejoría en la disciplina.
- Ejercitación y organización del pensamiento.
- Aumento en la calidad de la escritura.
La escritura es, para muchos, un trabajo, y como tal requiere tener una rutina constante y sesiones productivas. Es por esta razón que los autores más reconocidos tienen hábitos de escritura ajustados a sus capacidades y requerimientos, lo cual constituye uno de los pilares de su éxito, ya que evitan la incertidumbre y la inestabilidad en la escritura de sus obras.
Paso a paso para generar un hábito de escritura
- Establecer un objetivo de escritura
Es importante definir cuál será la naturaleza de tu obra. Si bien los escritores más ambiciosos tal vez sueñan con escribir sagas enteras, hay muchos que solamente quieren reflexionar sobre sus vidas o escribir una serie de artículos para publicar en una revista independiente, y eso es suficiente para querer mejorar en la práctica.
- Fijar y cumplir una rutina de escritura
Para comenzar, es recomendable autoimponerse una meta pequeña y accesible, como escribir 15 minutos al día o 500 palabras durante dos semanas. De esta manera, podrás cumplirla sin mucho esfuerzo y te sentirás motivado a continuar. Cuando logres llegar a tu meta, sube el requisito, y así sucesivamente.
- Definir el horario, el espacio y el formato para desarrollar la escritura
Es importante que la rutina diaria tenga especificados ciertos patrones. El horario en el que decidas escribir debe ser fijo, como si fuera cualquier trabajo de oficina.
El espacio, por otro lado, permite más flexibilidad. Si bien es aconsejable que fijes un lugar principal, cualquier tarea creativa puede requerir un cambio de enfoque y puedes acabar teniendo una sesión de escritura muy productiva en un café, por ejemplo. Una buena manera de ubicar la mejor locación personal es experimentar durante las primeras semanas y evaluar los resultados obtenidos para establecer ese lugar como tu predilecto.
Estas características aportan firmeza a tu capacidad de mantener la rutina, te hacen menos susceptible a saltear días de escritura y evitan que pierdas tiempo pensando a último momento en qué hora podrás hacerlo y dónde deberías ubicarte.
Por último, es importante que descubras si prefieres escribir en el papel o en un dispositivo electrónico. En general, es una cuestión de gustos personales, pero cada formato tiene sus beneficios. El papel puede resultar menos cansador para la vista y es más sencillo de usar, por ejemplo, mientras que un aparato electrónico puede resultar más práctico a la hora de realizar cambios y de organizar los documentos. Sea cual sea tu opinión respecto a las dos opciones, es imperativo que sepas cuál utilizarás o, si harás uso de ambas, qué funciones cumplirá cada una.
- Planificar el mejor modo de mantenerte concentrado e inspirado
La escritura requiere concentración. Los pasos anteriores ayudan con este punto al quitar ciertas preocupaciones de tu mente a la hora de sentarte frente al papel o a la pantalla. Sin embargo, las distracciones pueden ocurrir. Es importante que prevengas la mayoría de ellas de antemano, apagando el celular o pidiéndole a tu familia que no te moleste durante un tiempo determinado, por ejemplo.
También podría mejorar tu concentración el establecer un ambiente propicio para la escritura. Es un factor que depende de cada escritor, pero hay elementos útiles como:
- Música.
- Velas aromáticas.
- Flores y plantas.
- Fotos de los personajes o de algo que te inspire.
- Algún aperitivo.
- Sahumerios.
- Piedras energéticas.
- La compañía de mascotas.
De más está decir que hay autores a quienes no les gusta ninguna de estas opciones y que prefieren escribir sin más, pero pueden ser imprescindibles para otros. En cualquiera de ambos casos, lo importante es identificar qué les hace sentir cómodos e inspirados y aplicarlo en la planificación de la rutina.
- No dejar de leer
Si bien este punto no es parte de formar un hábito de escritura, sí es fundamental para que este sea productivo. Leer es un requisito para escribir, y cualquier escritor lo sabe. Mientras te enfocas en tu producción propia, es importante nutrir tu creatividad y tu vocabulario en los ratos de entretenimiento.
- Verificar y celebrar tu progreso de escritura
Es posible que notes una mejoría en la calidad o cantidad de tu escritura cuando ya lleves cierto tiempo siguiendo una rutina, y es importante que lo anotes. Puedes hacerlo en alguna planilla que cuantifique las palabras que escribiste por día y que te permita agregar comentarios sobre las experiencias notorias. Esta retroalimentación te ayudará a realizar variaciones necesarias en tu rutina, como cambiar de horario, de locación o de ambientación. Estos aspectos son exclusivamente personales y no hay una manera correcta o incorrecta de definirlos, por lo que tu experiencia será lo que acabe por determinarlos.
También puedes incentivarte a seguir a través de premios que te habrás ganado con tu esfuerzo, como salir a comer, comprar un artículo que no habrías comprado de otra manera o cualquier otra cosa que puedas querer en el momento.
Consejos generales para mantener el hábito de escritura
Una vez establecida la rutina de escritura, es posible que tengas problemas para mantener la constancia, a pesar de seguir los pasos anteriores. Algunas recomendaciones para evitar caer en la tentación de abandonarla son:
- Desafiarte públicamente: tras decirles a todos tus amigos que vas a iniciar este reto, o publicarlo en alguna red social, tendrás una motivación extra para continuar, aunque muchas veces pueda resultar estresante. Si quieres ir más lejos, puedes informar diariamente de tus avances y así obligarte a ser productivo todos los días.
- Evitar el perfeccionismo: Jorge Luis Borges, un aclamado escritor argentino, dijo una vez: “Publico para dejar de corregir”. Esta pequeña frase nos da un mensaje potente sobre el sentimiento de los escritores hacia sus obras, que muchas veces dan la sensación de estar inconclusas o mal escritas. Sin embargo, centrarse en corregir el texto ya escrito una y otra vez no trae resultados productivos. Es mejor escribir cosas nuevas y después pedir a un tercero que lo lea y nos dé una opinión para realizar los cambios.
- Mantener el contacto con gente relacionada con la escritura: ya sean otros escritores, lectores, editores, libreros o bibliotecarios, es posible que charlar con ellos sea de ayuda para continuar escribiendo, ya sea porque pueden darte consejos o porque hablar de libros con alguien más puede ser inspirador.
Conclusión
Como vimos a lo largo del artículo, es importante contar con un hábito de escritura que ayude a los escritores a ser constantes y productivos. Para comenzar, solo se necesita
establecer una serie de variables y tener muchas ganas de mejorar. Entonces, ¡no esperes más! Es un pequeño paso hacia un gran progreso que puede cambiarte la vida.