Libros

“El cuerpo/encuentra versos que esconde el día”, escribe Noelia Prego en este primer libro de poemas en el que el cuerpo es, a la vez, protagonista, incógnita, tierra, mundo, vida, Dios.
“Cuido mi cuerpo/porque es esta tierra/cuido esta tierra/sostiene la vida/cuido el mundo porque somos eso”, se lee unas páginas más allá, y unos pocos versos condensan la mirada y propósito de una autora que lleva años de inmersión en dos ámbitos en los que se mueve con pasión: la literatura –como docente, lectora, escritora– y el Hatha Yoga y el Yoga terapéutico como facilitadora y practicante.
Entre el cuerpo y el texto, Noelia escribe, explora, se expande, y otras veces guarda y calla.
Entre lo que dice, llega a saber que “la poesía encarna en el cuerpo” y que “en el diálogo cambiante/de la palabra”, cabe el infinito: las líneas curvas, la expresión en unos ojos, los modos de estar…
Cuando coordina sus prácticas, a veces también escribe: “puedo estar guiando una relajación y nace algún texto. A veces puedo atraparlo y otras se me escapa de las manos”, explica, sin forzar nada, atenta a la palabra tanto como a la respiración y al silencio, otros dos grandes protagonistas del libro.
Y es que para la autora escribir es, ante todo, escuchar, y la palabra llega cuando puede llegar, cuando se está disponible: “la respiración hacia los espacios no reconocidos del cuerpo/la escritura hacia los espacios no reconocidos de la mente y el cuerpo”, reza otro de sus poemas.
Desde una voz que busca siempre ir más allá, su poesía se adentra en algo aún más grande y abierto, hacia la luz, celebrando las formas de lo vital: “en el surco brotan raíces/pisar el mundo/afirmarse a la vida/seguir la idea/reconocer sus vueltas/dejar que la música nos marque/el ritmo”.
Bienvenido este libro de Noelia Prego, su capacidad reflexiva y su registro sensible a la hora de recordar lo que debemos cuidar y celebrar; y si la tierra expresa su maravilla en nacimientos y frutos, la mano detrás de estos escritos ha sabido esculpir, a través de los días, versos devenidos en ofrendas, breves y delicados ramilletes de poesía.