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Los tiempos actuales nos exigen que cada vez hagamos mayor cantidad de cosas en nuestros días, pero los días siguen teniendo 24 horas. Esta creciente sobre exigencia me lleva a preguntarme ¿tenemos tiempo de entregarnos a determinados placeres como aquellos que se obtienen por el arte de la seducción?

Creo firmemente que el tiempo lo tenemos, solo que la complejidad y los extremos detalles propios de un “arte” no pueden desarrollarse en los acotados momentos libres que la vida moderna nos dispone.

Por ello vengo a proponer tecnocracia donde antes había arte, vengo a proponer una técnica sistemática que le permita a cualquier ser humano sin distinción alguna, desarrollar una estrategia de seducción de forma eficiente y eficaz, consumiendo la menor cantidad de recursos materiales y de tiempo que ya de por sí son escasos. Los invito a conocer “la técnica de amar”.