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La acción en “De los misterios del amor y otros estados” (Accésit del Certamen Gabriel Sijé, edición 2010, Alicante, España) comienza cuando llega a Bahía Diamante, el gerente bancario, con su esposa y la hija de ambos, para hacerse cargo de la sucursal local, el hecho pasa inadvertido para los habitantes del pueblo porque ese mismo día encuentran el cadáver de una mujer, la esposa del médico, dentro de un barril con cal viva.

A partir del arribo de los forasteros, sólo percibido por el niño lisiado que todo lo ve y lo sabe, “Marcos no puede evitar saber”, se suceden los hechos cotidianos en la pequeña ciudad del interior, “bien al sur de la provincia de Buenos Aires”. Con el tiempo, los tres nuevos habitantes irán relacionándose con los lugareños, establecerán amistades y relaciones de todo tipo.

Esta primera novela de Mirta Pegito Betker, plantea un lugar donde las historias narradas son posibles. El territorio desplegado en el relato no se desliga de los vínculos referenciales (el lenguaje, las costumbres y los acontecimientos responden a las características de un pueblo del interior), no obstante, no se trata de un lugar concreto sino de una construcción: no representa, significa un tipo de lugar, sus habitantes y un sistema de valores y afectos. Esta reelaboración le permite a la autora configurar pasiones, traiciones, asesinatos, costumbres, experiencias y recuerdos que confieren la unidad a la acción y a las historias narradas.

La ciudad, sus habitantes, las normas y las relaciones expresan un mundo cerrado en sí mismo, a la vez expone una cultura y su ideología. Todos parecen prisioneros de una serie de reglas de las cuales no es posible escapar sin un costo. Sin embargo, a “la vida pueblerina”, a las cosas que ocurren en “este pueblo de morondanga”, se contraponen las visiones y los conocimientos de Marquitos, los sueños de Anita y la alfombra de baño que provee imágenes en 3D a Marta. Realidad y fantasía van de la mano.

El ambiente, las mujeres, los marginados, los forasteros y las historias se entraman hasta confundirse. De este modo, presenciamos una suma de experiencias, relaciones y percepciones que reflejan diferentes maneras de vivir los afectos, la viudez, el matrimonio, la amistad y la camaradería. La acción avanza con los amores, los malentendidos y los crímenes sin resolver, por el enfrentamiento a las normas y por los recuerdos de parejas perdidas.

El “pueblo chico” funciona como el centro geográfico de la escritura, una pequeña ciudad del interior con valores y misterios que no es permitido cuestionar ni develar. En la obra hay una tradición y una ruptura: el deseo de un amor diferente, otro, pleno. Anhelar una vida distinta, aunque improbable e inalcanzable. Es una novela de pasiones, soledades y marginación, con prejuicios, rumores y normas que no pueden cambiarse sin pagar un alto precio: lo dramático está puesto en no poder modificar el destino.

La vida de los personajes puede acabarse, incluso se pueden ir, pero la ciudad y sus costumbres permanecerán: el lugar no es el marco que encuadra los acontecimientos y a sus protagonistas, es parte de la historia misma. La novela plantea conflictos a través de una mirada misericordiosa y poética sobre las diferentes formas del amor, la incomunicación, la soledad y las relaciones de un grupo que sueña con ser feliz.

Una novela cuya lectura es más que recomendable. No se la pierdan.

Noticia biográfica
Mirta Pegito Betker, Buenos Aires, 1958, es Profesora en Letras por la Universidad de Buenos Aires y Licenciada en Educación por la Universidad Nacional de Quilmes.

CRISTINA DANIELE