Federico publica hoy estas “Pinceladas del Alma” que, al igual que los poemas de “Sentires” (su primer libro), con el paso del tiempo se irán cargando de eternidad; pues como suele ocurrir con la poesía inolvidable, sus versos se sueltan de las manos del poeta para instalarse como caricias en el alma del lector. Y así, se universalizan.

Son cálidos y sencillos, pero están impregnados de una profundidad tal que conmueve y hace reflexionar, ya sea sobre el Amor, la Fé y el Alma, los Valores del Hombre, la Naturaleza, o sobre el Cerro y lo Cerreño, que tanto lo apasionan.

Observará el lector que sus poemas son “hablados”, tienen esa melodía intimista que solo se da en ruedas de amigos o sobremesas familiares; con versos llenos de sentimientos que nos atraviesan a todos, por el solo hecho de nuestra condición humana.

Durante años escribió sus poesías “solo para sí mismo”, pero debemos agradecer que afortunadamente en algún momento ha decidido hacerlas públicas y acá están, como una invitación a que todos podamos disfrutar de lo que transmite su espíritu sensible y así, “descansar en poemas”.