LA PIZARRA MÁGICA

En la actualidad, todo lo que se escribe y se borra, queda igualmente presente como “migas” en la nube; “la nube”, esa atmosfera de gas electrónico ingenuamente imaginado, a la que todo va a parar de manera infraleve como rastro… […]

Patricia Pinto posibilita en el obrador que son estos libros, escribir y borrar y recuperar constantemente de los recuerdos y su matriz lo que se quiere, se puede y se logra salvar… En estos libros, ella necesita, pide y requiere abrir archivos, reescribiéndolos como memorias encriptadas aun aquilladas en su magnitud, presenciándose lo compacto dado, comprimido, abierto a un uso, uno que solo puede ocurrir cuando expandimos…

Escribir este libro debe haber significado, de hecho, diagramar una acción como regla de juego sobre ese momento de expansión: insistentemente, pasar presencias, ausencias, estados de reparaciones, sentimientos y sueños como deseos, frustraciones y sacrificios…, todo de la memoria por el cuello de un reloj de arena a las letras…, para ser alegrías, establecimiento de seguridades, sordideces…, tanto…, vaya a saber cuánto y según quien lea…; quien esté del otro lado.

Y se pudo negociar; pudo Patricia Pinto negociar con lo más actual de la definición de arte, y lo ha hecho desde un lugar que no es ni heroico, ni mártir, ni mucho menos el lugar de la víctima, lo ha hecho como una artista que buscando al arte, utilizando el lenguaje disciplinal que le es propio para ir hasta lo más ajeno que pueda llegar; para mostrar, compartiendo, lo inmediato de una reescritura, de una nueva aparición, de un estar vivos; y lo ha logrado con una excelencia que es serena y sabia, que no todo lo puede pero que lo da a poder, sabiendo que hay algo que es, en todo esto deseado, también solo mística…: un reflejo, el reflejo de un misterio que como mujer, como artista, como ser humano, como un poco de polvo de estrellas… nos sugiere ser.

Ocurrirá entonces la unión fértil entre lector y libro.

Lo que es experiencia en lo que es contacto, en tal sentido, fecundará, sin cuestionamientos. Solo hay que admitir que estamos listos para creer y podremos empezar a crear.

Fabhio di Camozzi – 2019