Ser, asumir, el rol de psicóloga o psicólogo social pichoniano es indagar y operar en uno y en los otros y otras, quienes nos constituyen, por siempre, en campo minado,
en la idea de entender, comprender y atisbar acerca de qué se trata lo humano.

Mirtha Viamonte, mujer tenaz si las hay, cuenta cómo asumió tal desafío a lo largo de su vida: creando escuelas, acompañando a personas deseantes en proceso por saber y aprender acerca de los grupos, operando en los campos amorosos e inhóspitos que le tocaron vivir, en base a un arduo e incansable trabajo de años, con muy bajo perfil.

Hace un aporte, sobre todo vivencial, aunque también profesional, para que quien se atreva, vea una muestra, por momentos inquietante, de lo que es posible hacer

con los deseos propios en medio de la adversidad, los obstáculos, 

los encuentros y los desencuentros. 

R.S.