Desde que la sociedad impuso leyes y creó jueces, para que haya justicia, los que ejercían, no todos mostraron ser justos (en muchos casos, en que el culpable era inocente y el inocente el culpable, que años después se demostró la inocencia del culpado). El tema escrito es que no siempre se obtiene justicia real y a falta de ésta, tuvimos guerras, revoluciones, porque el don dinero compraba conciencias. En el caso presente, donde las circunstancia y los testigos demuestran que el acusado es culpable, el defensor, por tener los ojos y los oídos despiertos, sabe que es inocente, pero para demostrarlo, necesita tiempo, lo que la justicia no le otorga, como en este caso, también intervienen los sentimientos y la desesperación de que no podrá demostrar ya, la inocencia del acusado, recurre al último recurso que podría ayudarlo, que es extorsionar la justicia, no para liberar a un culpable, sino a un inocente y arrestar al culpable, para lo cual debe aguzar el ingenio y preparar el terreno, para la defensa en el juicio, lo que siempre manifestaba Sherlock  Holmes, no sólo hay que mirar detalles grandes, los chicos pueden demostrar la inocencia, cuando los grandes culpan. También, en todos los casos, influye y mucho el factor suerte, que es estar en el lugar y en el momento adecuado para encontrar una salida, respuesta que se busca y personas que le quieren ayudar, que se exponen y facilitan la extorsión.

Ing. Leopoldo Slawinski