Abel Nicolás Montenegro nació en Trelew, Chubut y se recibió de profesor de Literatura e Historia en Concepción, Tucumán. Desde su adolescencia se dedicó a la ardua tarea de la escritura. Inspirado inicialmente en los relatos y escenarios épicos y apocalípticos de las revistas de historietas con tramas como las de Nippur de Lagash o Dago, profundizó luego en la lectura de autores de oriente como Tagore y Gibran y, tal vez, en los insondables cuentos de las Mil y Una Noches. También heredó de su abuela la costumbre de transitar los versículos de la Biblia, pero menos como un creyente que como un buceador de las dudas y las angustias de los hombres. Estas fuentes reflejan su influencia en estos textos llenos de onirismo y fantasía (sin pertenecer estrictamente al género fantástico) donde, de manera cruda y sentenciosa, dioses, ángeles, humanos y demonios confrontan de igual a igual en el vasto llano de la existencia. En su cuento “La Hoja”, puede leerse: El dios se despojó de su soberbia y me miró con ojos implorantes. Esta noche, quizás, lo vea llorar…

Este libro reúne cuentos de los últimos veinte años y presenta al lector la obra de un escritor audaz y hasta irreverente, despreocupado de lo estilísticamente correcto y abocado a transmitir, con absoluta libertad, el producto de una imaginación profunda, que desgrana y cuestiona las relaciones humanas, ahondando tanto en el amor y el erotismo como en la venganza y la locura.